lunes, 30 de junio de 2014

La rehabilitación de un edificio mejora su calificación energética de la G a la A

En la pasada Semana Internacional de la Construcción y Rehabilitación Eficiente se ha expuesto el proyecto de rehabilitación de un edificio del barrio de Fuencarral en Madrid llevado a cabo por un grupo de empresas constructoras e inmobiliarias con el objetivo de mejorar su calificación energética y aumentar el valor de mercado de sus viviendas.

Como resultado de la rehabilitación del inmueble, la certificación energética del edificio ha pasado de G (la peor) a la A (la mejor), transformando un edificio obsoleto en un inmueble de alta eficiencia energética. Como consecuencia de la rehabilitación energética del edificio, se estima que el valor de las viviendas ha podido  incrementarse en un 25%.

En este proyecto de rehabilitación energética se han tenido en cuenta la orientación de las distintas fachadas y su incidencia en el consumo energético. De este modo, en la fachada Oeste se ha incorporado aislamiento y la fachada Norte se ha transformado en una fachada ventilada con el fin de mejorar la envolvente del edificio. También se han aislado la cubierta y los forjados.

Dentro de la rehabilitación energética llevada a cabo se han impermeabilizado los huecos de ventanas y puertas y se han cambiado las carpinterías y los cristales, añadiendo protecciones solares, persianas y toldos y reduciendo las infiltraciones, mejorando la estanqueidad del edificio sellando las carpinterías y fachadas.

Las instalaciones del edificio también se han mejorado, sustituyendo las antiguas calderas con radiadores y aparatos de aire acondicionado a equipar cada vivienda con diferentes sistemas térmicos que permitan una mejora de la eficiencia energética

Dentro de las nuevas instalaciones térmicas, se han instalado calderas de condensación con radiadores de baja temperatura, bombas aerotérmicas, bombas de calor, suelos y techos radiantes, placas solares fotovoltaicas y placas solares térmicas para ACS.

También se ha modificado la instalación eléctrica, incluyendo detección de presencia, sistemas de regulación de la iluminación y tubos de luz en patios con poca iluminación natural. Además se ha introducido un punto de carga para coches eléctricos, instalaciones domóticas, contadores individuales de consumos, etc.

Respecto a la certificación de eficiencia energética, el edificio ha pasado de emitir 79 kg/m2/año de CO2 (calificación energética G) a únicamente 5,75 kilos por m2 al año (calificación energética A), asimilándose a un edificio de consumo de energía casi nulo. De este modo, la rehabilitación energética ha permitido una mayor eficiencia en el consumo de energía y un mayor precio de las viviendas.

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